Entre los Pirineos y la desembocadura del río Ródano se extiende la región de Languedoc-Roussillon en una franja costera que se adentra unos 200 kms hacia el interior del país. En los ańos setenta las antiguas ciudades de Sčte, Agde y Perpińán fueron ampliadas a unos centros vacacionales. Además surgieron numerosas nuevas urbanizaciones de verano que tienen en común todas ellas una amplia oferta de actividades lúdicas y deportivas. Uno de los paisajes más conocidos de Languedoc-Roussillón es la Camargue, reserva natural en la que viven caballos en plena libertad. En el interior de la región hay numerosas antiguas localidades que merecen ser visitadas.
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